
La directora ejecutiva de Ciencia Puerto Rico saldrá del puesto, en septiembre, tras más de una década al frente de la organización, que reúne a miles de científicos puertorriqueños en todos los continentes.
“Guerrera”, tenía grabado un collar que colgaba del cuello de la neurocientífica puertorriqueña Giovanna Guerrero Medina, directora ejecutiva de Ciencia Puerto Rico (Ciencia PR) y quien pronto saldrá del puesto –tras 12 años al frente de la entidad– para dedicarse de lleno a un nuevo proyecto que busca mejorar los sistemas universitarios, de manera que sean más diversos e inclusivos.
“Mi apellido es Guerrero, pero también es un recordatorio de que tengo la capacidad, de que he dado la batalla, de que tengo las cicatrices para probarlo y también de que es una responsabilidad para mí”, compartió la también directora de Diversidad, Equidad e Inclusividad del recién formado Wu Tsai Institute, de la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut.
La doctora Guerrero Medina considera que el campo científico todavía es uno muy homogéneo. “Quisiera asegurar que la gente vea que hay caminos en la ciencia, y entiendan que tienen oportunidad de participar también. En mi próxima fase, me quiero enfocar en atajar esos problemas sistémicos que tiene la ciencia con la diversidad y la inclusión”, precisó.
Desde pequeña, caminó muchas veces por pasillos de campus universitarios, pues su padre, de origen ecuatoriano, fue profesor de Farmacia del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y su madre, natural de Argentina, fue profesora de Inglés en la Universidad Interamericana de Puerto Rico.
“Me fascinaba el millar de cosas que tienen que suceder bien para que nazca un ser humano, podamos pensar, actuar… Eso fue lo que me ayudó a decidirme que no quería hacer Medicina, sino investigar cómo se crean los seres, cómo se da paso a la vida y el cerebro”, compartió la egresada de la UPR en Río Piedras.
Mientras realizaba sus estudios doctorales en la Universidad de California, Berkeley (UC Berkeley), comenzaron a surgir otros intereses por temas sociales y cómo defender la perspectiva científica en la política pública para tomar decisiones basadas en evidencia.
“En ese momento, se hablaba mucho de células madres, y el gobierno quería regular y prevenir que se trabajara con ellas. Eso me parecía algo inaudito, que se limitara la ciencia y la tecnología por unas creencias erróneas sobre lo que era ético y lo que no”, comentó Guerrero Medina.
Luego de completar su doctorado en Biología Molecular –en 2004–, comenzó a trabajar en la Academia Nacional de Ciencias, en Washington D.C., y, después, en los Institutos Nacionales de Salud (NIH, en inglés), instituciones en las que se destacó al abordar temas para conectar las ciencias con las comunidades.
“Soy científica de formación, pero trabajo en diseñar sistemas para la ciencia que sean saludables, sostenibles, diversos e inclusivos”, puntualizó.
Una red de conexiones
Su llegada a Ciencia Puerto Rico, organización fundada, en 2006, por el también neurocientífico Daniel Colón Ramos, fue justo un año después de su creación, cuando se topó con la página web de la entidad.
“Una de las primeras iniciativas fue conectar con El Nuevo Día y usar esa red incipiente de científicos para ayudar a conectar al público puertorriqueño con lo que estaba pasando en las ciencias, para contextualizarlo, darle pertinencia y que el público también se sintiera que las ciencias son parte de su legado, su cultura, de su día a día”, enfatizó.
En 2012, Guerrero Medina se convirtió, oficialmente, en la directora ejecutiva de Ciencia PR, que considera ha sido su “responsabilidad mayor”.
La neurocientífica destacó que Ciencia PR es una base de datos electrónica, que contiene los perfiles de más de 17,000 científicos, educadores, profesionales en STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas) y estudiantes interesados en estas carreras. “Es una red de conexiones”, afirmó.
“Siempre nos ha regido el valor de poner las ciencias al servicio de Puerto Rico. Hay muchas maneras que podíamos devolverle al país todo lo que habíamos aprendido”, comentó la líder de la organización, que hoy cuenta con una plantilla de 18 personas y administra un presupuesto operacional anual de $1 millón.
Considera que uno de los mayores logros de la entidad es la capacitación de jóvenes científicos; entre ellos, mencionó a Fabiola Cruz, Luz Cumba García, Kevin Alicea, Luis Alexis Rodríguez, y Marcos Ramos. “Ese es el legado más importante que, creo, estoy dejando, que es esa generación que va a continuar dando la batalla por Puerto Rico”, recalcó.
En medio de la pandemia de COVID-19, a partir del 2020, Ciencia PR convocó y organizó a la comunidad científica para aumentar las pruebas diagnósticas (PCR) en el archipiélago y recopilar datos para contrarrestar la desinformación.
Desde 2014, Guerrero Medina fundó y lidera Yale Ciencia Initiative, una colaboración educativa entre Ciencia PR y la Universidad de Yale, en la que ha sido mentora de más de 300 estudiantes subgraduados y graduados de orígenes minoritarios.
“Diría que el 60% o 70% son puertorriqueños, y muchos de ellos están interesados en tener un impacto social en la isla”, apuntó.
“Uno de los problemas que tenemos en la ciencia es que somos todavía una fuerza laboral homogénea, y eso tiene repercusiones con las innovaciones, con la habilidad de investigar ciertas condiciones o temas y con el entrenamiento,porque si tú no ves a gente que se parece a ti, tú no vas a aspirar a esas posiciones”, explicó.
“Soy científica de formación, pero trabajo en diseñar sistemas para la ciencia que sean saludables, sostenibles, diversos e inclusivos ”
Dra. Giovanna Guerrero Medina
En el Wu Tsai Institute, Guerrero Medina se encarga de promover iniciativas de diversidad e inclusión en ese campo, “porque la mayoría de las ciencias de cómputos son superhomogéneas, entonces, no hay mucha diversidad en términos de género, racial, étnico y de trasfondo social”.
Siembra para un futuro equitativo
Destacó, entretanto, el desarrollo de Semillas de Triunfo, un programa educativo de Ciencia Puerto Rico, de un año académico, que promueve que niñas y jóvenes –de escuelas intermedia y superior, públicas, privadas y “homeschooled”– aprendan más sobre las carreras STEM y se vean representadas.
“Tenemos cientos de mujeres que trabajan en las ciencias y la tecnología, que cada año dicen presente y trabajan con una niña para hablarle de sus carreras y ayudarlas”, resaltó.
El programa ha impactado a más de 600 niñas y alrededor de 100,000 personas, desde 2015, según datos de la organización.
Ya se han realizado seis cohortes y el séptimo comienza en septiembre. Además, el año que viene tendrán un grupo en New Haven, en el que impactarán a estudiantes, que en su mayoría son latinas y afroamericanas.
“Nosotras las empoderamos para que ellas sean las agentes de cambio en sus comunidades”, subrayó.
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