El director del Centro de Conservación de Manatíes del Caribe recibe el Humane Hero Award por su dedicación al bienestar animal
El doctor Antonio Mignucci, director del Centro de Conservación de Manatíes del Caribe, recibió el Humane Hero Award, de la organización American Humane, en reconocimiento a sus tres décadas de trayectoria defendiendo el trato humano y bienestar de los animales.
Mignucci obtuvo el galardón al quedar finalista del Wolfgang Kiessling International Prize for Species Conservation, que honra a quienes logran cambios positivos significativos en la práctica, teoría e investigación de la conservación.
“Lo recibo con mucho orgullo, pero a la misma vez con la sensibilidad de que reconozcan a uno por el trabajo de bienestar animal. Es importante que esto se vea para que los animales sigan teniendo mejor trato”, dijo el también catedrático de Ciencias Marinas de la Universidad Interamericana Recinto de Bayamón.
En entrevista con El Nuevo Día, contó que, por años, ha impartido charlas en México sobre bienestar animal, “porque allá hay un gran número de controversias con la utilización de animales, tanto en zoológicos como en acuarios, y se necesita esa visión de trato humano y respetuoso para que podamos convivir en paz”.
“El hecho de que yo lleve hablando por años sobre esto y venga un reconocimiento por el trato humano a los animales, pues le llega a uno al corazón. Es lo que hemos hecho por los pasados 30 años en Puerto Rico con los manatíes, delfines y tortugas marinas… es darles esa mano extra para que puedan sobrevivir y sobrevivir de forma humana”, añadió.
Cinco pilares
El trato humano a los animales parte de un acuerdo que se hizo, en 1924, a través de la Organización Mundial de Sanidad Animal y que establece cinco “pilares de libertades”, explicó Mignucci.
Los cinco pilares son los siguientes: que los animales estén libres de hambre, sed y malnutrición, garantizándoles acceso a esos recursos; que estén libres de miedo y angustia cuando estén bajo cuidado humano; que estén libres de incomodidad física o de temperatura; que estén libres de dolor, heridas o enfermedades; y que estén libres para manifestar su comportamiento de manera natural.
“Estos cinco pilares establecen lo que es un trato humano hacia los animales y nosotros no solo debemos regirnos por eso, sino madurar como sociedad latinoamericana y acogerlos cuando tenemos animales de compañía, en acuarios o zoológicos”, afirmó.
¿Cómo está Puerto Rico en materia de trato humano a los animales?, preguntó El Nuevo Día. Mignucci respondió: “Puerto Rico está desarrollándose de forma positiva, pero todavía falta mucho camino por andar”.
A su juicio, si bien hay “un mundo” que ve a los animales como pares, existe “otro mundo” que los ve como seres de producción y al servicio de los humanos. Esta última visión, agregó, “no va acorde a los tiempos de ahora ni a los cinco pilares de libertades”.
En crecimiento
De otra parte –pero atado al Humane Hero Award–, Mignucci celebró que el Centro de Conservación de Manatíes del Caribe “ha ido expandiéndose” no solo para atender a más especies, sino también para asistir en el establecimiento de instalaciones similares en otros países.
“Un colega de Nigeria me escribió para visitarnos porque quieren hacer un centro de rescate de manatíes allá y que nosotros ayudemos a diseñarlo”, relató.
“Lo mismo nos pasó con un grupo de Indonesia. Allá, no hay manatíes, sino dugones, pero también quieren hacer un centro y que les ayudemos”, añadió.
Sobre el trabajo que Mignucci, sus estudiantes y voluntarios realizan desde la Universidad Interamericana Recinto de Bayamón, indicó que, además de manatíes, tortugas marinas y pelícanos, ahora también atienden aves rapaces, como falcones y guaraguaos.
“En cuanto al premio y nuestro trabajo de día a día, en lo que nosotros hacemos siempre tenemos que mirar el trabajo de rescate, rehabilitación y cuidado veterinario bajo el manto de bienestar animal y los cinco pilares de libertades. Cada vez que recibimos un animal, tenemos que buscar cubrir esas cinco libertades, especialmente la del comportamiento natural, porque no es tirarlo en una jaula para quitarle una enfermedad, sino hacerlo de forma que ese animal pueda estar en las condiciones de espacio que le permitan tener un comportamiento lo más natural posible, además de alimentarlo, curar su enfermedad y quitarle el dolor”, expresó el catedrático.
American Humane es una organización, con sede en Washington, D.C. y fundada en 1877, comprometida con garantizar la seguridad y el bienestar animal. Es reconocida por su marca de certificación “No Animals Were Harmed”, que aparece al final de los créditos de películas o programas de televisión en los que participan animales. Más recientemente, certifica a zoológicos y acuarios como “Humane Certified” para confirmar que se adhieren a estándares de bienestar y un trato humano hacia los animales.
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